El alto representante de la Unión Europea (UE) para los Asuntos Exteriores, Josep Borrell, calificó como “necesario” y “oportuno” su viaje de cuatro días a Cuba que concluye hoy.
En declaraciones a la prensa, Borrell subrayó que su visita es una “obligación institucional” que se enmarca dentro del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación UE-Cuba (ADPC) -vigente desde 2017- y que cobra mayor valor por “el contexto geopolítico” de la invasión rusa a Ucrania.
El diplomático europeo hizo hincapié en que Rusia, aliado político de la isla, “está diseminando su mensaje acerca de cómo hay que interpretar las causas y las consecuencias de la guerra en Ucrania”. Y que esto ocurre “en particular en Cuba”.
Desde el inicio de la guerra, el Gobierno insular y sus medios estatales han evitado hablar de una invasión a Ucrania y han suscrito la idea de que EE.UU. y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) jugaron un rol importante que motivó al inicio de la guerra y su prolongación.
En su discurso tras concluir el tercer consejo conjunto UE-Cuba, Borrell aseguró que “cualquiera que sea la forma en la que se analice esta guerra, está claro que hay un agresor y un agredido. Que Ucrania es una víctima y Rusia es el agresor”.
El alto representante recordó que hace unos días La Habana fue sede de un foro empresarial con decenas de empresas del país euroasiático y que concluyó con la firma de varios documentos y el compromiso de aumentar la presencia financiera y económica de Moscú en la isla.
Para Borrell, Cuba tiene “un papel geopolítico importante” y dio importancia al hecho de que actualmente preside al Grupo de los 77 y China (G77).