El Parlamento británico finalmente aprobó legislación para enviar a solicitantes de asilo a Ruanda, allanando el camino para que este verano comiencen los vuelos bajo los controvertidos planes del primer ministro Rishi Sunak para detener las arriesgadas travesías por el Canal Mancha por parte de personas desesperadas por llegar al Reino Unido.
La propuesta para desentrabar el plan, antes obstruido por desafíos legales y batallas parlamentarias, fue aprobada el martes en la mañana, permitiendo lo que Sunak espera será una muy necesitada victoria política para cumplir su promesa de “parar los botes”.
Grupos de derechos humanos y activistas proinmigrantes han jurado continuar la lucha contra la política, a la que califican de inhumana y falta de ética.
Aquí un vistazo al plan y cómo ha llegado a este punto.
¿DE QUÉ SE TRATA EL PLAN?
Es la respuesta del gobierno británico a la llegada de migrantes de todo el mundo — en el 2022 ascendieron a 46.000 — que cruzan el Canal de la Mancha desde Francia en pequeños botes.
La mayoría de los que llegan por esa vía piden asilo, y hasta ahora muchos lo han recibido. El gobierno conservador dice que estos migrantes no deben ser tratados como refugiados de verdad porque no han pedido asilo en el país a donde llegaron primero, en este caso Francia.
En un intento por disuadir las peligrosas travesías por mar, Reino Unido llegó a un acuerdo con Ruanda en abril del 2022 para enviar al país africano a los migrantes que hayan llegado a Reino Unido como polizones o en botes. En Ruanda se procesarían sus solicitudes de asilo y, si son aprobadas, se podrían quedar.
Los grupos de derechos humanos y otros críticos dicen que el plan no funcionará y que no es ético enviar a migrantes a un país a 6.400 kilómetros (4.000 millas) de distancia en donde no quieren vivir. Hasta ahora nadie ha sido enviado a Ruanda, pero Sunak ha anunciado que los primeros vuelos saldrán en julio.