Expresidente de Perú, Alejandro Toledo es llevado a penal en Lima tras extradición desde Estados Unidos. Cumplirá 18 meses de prisión preventiva.
Extraditado y encerrado. El expresidente Alejandro Toledo (2001 – 2006) ha sido llevado desde Estados Unidos a Perú para hacer frente a las acusaciones de corrupción que pesan sobre él.
Toledo aterrizó en Lima a primera hora de este domingo 23 en un vuelo comercial procedente de Los Ángeles, en el que viajó custodiado por el servicio de alguaciles estadounidenses. En el aeropuerto Jorge Chávez lo esperaban el comandante general de la Policía, Jorge Luis Ángulo, así como la fiscal general del país, Patricia Benavides. Posteriormente, fue conducido primero a la Dirección de Aviación Policial (DIPA), donde fue sometido a un examen de medicina legal y se le leyó sus derechos. Luego lo llevaron en helicóptero hasta el cuartel de Los Cibeles.
Durante la tarde, fue trasladado de Los Cibeles a un juzgado de la Corte Superior Nacional para que la justicia peruana confirme su identidad y él conozca los cargos por los cuales ha sido extraditado y está siendo procesado en el Perú. Fue puesto a disposición del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) para llevarlo a un penal, donde cumplirá prisión preventiva de 18 meses. Hace unos días, el fiscal José Domingo Pérez, que integra el equipo especial Lava Jato con el cual investiga a Toledo y otros políticos, ratificó su pedido de 20 años y seis meses de prisión.
En un comunicado, el INPE explicó que la junta técnica de clasificación determinó que Toledo debía ser enviado al establecimiento penitenciario de Barbadillo en régimen ordinario, con base en una orden de internamiento emitida por el Quinto Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional.
Precisamente, en la cárcel de Barbadillo permanecieron un gran número de periodistas para registrar el ingreso del exgobernante, así como simpatizantes del desaparecido partido Perú Posible, la organización política fundada por Toledo y que lo llevó a la presidencia de la República.
El exmandatario, de 77 años, es requerido por la justicia peruana desde 2018. Se le acusa de lavado de activos por la compra de dos inmuebles a nombre de su suegra, valorados en unos US$4,5 millones, con fondos presuntamente no declarados. Estas adquisiciones se realizaron, según la fiscalía, a través de una empresa “fantasma” creada en Costa Rica bajo el nombre de Ecoteva.
Asimismo, se le investiga por colusión, por los presuntos sobornos que recibió por parte de Odebrecht para la licitación de los tramos II y III de la Carretera Interoceánica. El dinero habría sido transferido a cuentas offshore del empresario peruano-israelí Josef Maiman, amigo de Toledo en ese entonces y luego colaborador de la fiscalía peruana. Maiman, en declaraciones a los fiscales citadas por medios peruanos, afirmó haber recibido hasta US$35 millones para Toledo. De esta cantidad, cerca de US$4 millones corresponderían a sobornos de Camargo Correa, otra constructora brasileña.
CON FUJIMORI Y CASTILLO
En el penal de Barbadillo, Toledo será vecino de celda con Fujimori, a quien sucedió en la Presidencia y contra quien encabezó una gran marcha de protesta por los indicios de fraude en las elecciones generales de 2000.
Fujimori, de 84 años, cumple una sentencia de 25 años de cárcel por abusos a los derechos humanos y solo abandonó esa prisión unos meses entre 2017 y 2018, cuando recibió un indulto del expresidente Pedro Pablo Kuczynski, que fue posteriormente anulado.
Allí también está recluido, desde diciembre pasado, el expresidente Pedro Castillo a raíz del fallido autogolpe de Estado que dio en ese mes, un cargo que se sumó a las investigaciones por presunta organización criminal y corrupción abiertas en su contra.