Ucrania y sus aliados acordaron este martes en Suiza los principios que deberán guiar la reconstrucción del país tras la guerra, que incluyen la lucha contra la corrupción y la aplicación de importantes reformas para impulsar la transparencia.
Al cierre de la reunión de dos días que congregó a dirigentes políticos de 40 países, representantes de instituciones internacionales y empresarios en Lugano, en el sur de Suiza, los asistentes firmaron una hoja de ruta con los principales ejes para la reconstrucción del país.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski ya advirtió que la tarea será “colosal”.
El primer ministro, Denys Shmyhal, que estuvo presente en la reunión y encabezó una nutrida delegación ucraniana, estimó el lunes que se necesitarán al menos 750.000 millones de dólares.
El presidente de la Confederación Suiza, Ignazio Cassis, señaló que la conferencia marca “una primera etapa en el largo camino hacia la reconstrucción de Ucrania”.
“Nuestro trabajo prepara el período de posguerra, pese a que el conflicto continúa”, agregó.
Por su parte el primer ministro ucraniano afirmó que el objetivo es que “todo lo que fue destruido sea mejor de lo que era antes”.
La Declaración de Lugano señala que los firmantes “se comprometen plenamente a apoyar a Ucrania a lo largo de su trayectoria”, que apoyan la perspectiva del país como candidato a la Unión Europea y reconocen que es Kiev quien debe estar al frente de su reconstrucción.