El reflujo biliar ocurre cuando la la bilis -el liquido digestivo que produce el higado- retrocede hacía el estómago y, en algunos casos, hacía el esófago, según explica la organización sin fines de lucro y especializada en salud, Mayo Clinic.
En ocasiones el reflujo biliar puede acompañar al reflujo de ácido estomacal hacia el esófago, provocando una enfermedad por reflujo gastroesofágico, un trastorno potencialmente grave que provoca irritación e inflamación del tejido esofágico.
A diferencia del reflujo gástrico ácido, el reflujo biliar no puede controlarse completamente con cambios en la dieta o el estilo de vida. El tratamiento requiere administrar medicamentos o, en los casos más graves, una cirugía.
Síntomas
El reflujo biliar puede ser difícil de diferenciar del reflujo gástrico. Los signos y síntomas son similares y las dos enfermedades pueden producirse al mismo tiempo.
Entre los signos y síntomas de reflujo biliar se incluyen los siguientes:
- Dolor abdominal superior que puede ser intenso
- Acidez estomacal frecuente: una sensación de ardor en el pecho que a veces se extiende hacia la garganta junto con un sabor amargo en la boca
- Náuseas
- Vómitos de un fluido amarillo verdoso (bilis)
- Tos o ronquera ocasional
- Pérdida de peso involuntaria
Cuándo debes consultar con un médico
Si no se trata este padecimiento, puede resultar grave (Imagen Ilustrativa Infobae)
Pide una cita con el médico si presentas síntomas de reflujo frecuentes, o si pierdes peso de forma no intencional.
Si te han diagnosticado enfermedad por reflujo gastroesofágico, pero no obtienes suficiente alivio con los medicamentos, llama al médico. Es posible que necesites otro tratamiento para el reflujo de bilis.
A menudo, una descripción de los síntomas y de tus antecedentes médicos es suficiente para que el médico te diagnostique un problema de reflujo. Sin embargo, distinguir entre reflujo ácido y reflujo biliar es difícil, por lo que se necesitan análisis adicionales.
También es probable que tengas que realizar análisis para comprobar el daño del esófago y del estómago, así como para detectar cambios precancerosos. Entre las pruebas, se pueden incluir las siguientes:
- Endoscopia: Se introduce por la garganta un tubo delgado y flexible que tiene una cámara (endoscopio). El endoscopio puede mostrar la bilis, las úlceras pépticas o la inflamación del estómago y del esófago. Es posible que tu médico también tome muestras de tejido para detectar el trastorno llamado “esófago de Barrett” o cáncer de esófago.
- Pruebas de ácido ambulatorias: Estas pruebas se efectúan con una sonda de medición de ácido para detectar cuándo y durante cuánto tiempo el ácido refluye hacia el esófago. Las pruebas de ácido ambulatorias pueden ayudar al médico a descartar el reflujo ácido, pero no el reflujo biliar. En una prueba, se introduce por la nariz y hasta el esófago un tubo delgado y flexible (catéter) que tiene una sonda en el extremo. La sonda permite medir el ácido que tiene el esófago durante un período de 24 horas. En otra (la prueba de Bravo), se adosa la sonda a la parte inferior del esófago durante la endoscopia y se retira el catéter.
- Impedancia del esófago: Esta prueba mide si hay reflujo de gas o de líquidos en el esófago. Es útil para las personas que regurgitan sustancias que no son ácidas (como la bilis) y que no se pueden detectar con una sonda de ácido. Como en una prueba con sonda estándar, la prueba de impedancia se efectúa con una sonda que se ubica en el esófago con un catéter.
(Shutterstock)
Tratamiento
Los ajustes en el estilo de vida y los medicamentos pueden ser muy eficaces para el reflujo gástrico en el esófago, pero el reflujo biliar es más difícil de tratar. Hay poca evidencia que evalúe la eficacia de los tratamientos para el reflujo biliar, en parte debido a la dificultad para establecer el reflujo biliar como la causa de los síntomas.
Medicamentos
- Ácido ursodesoxicólico: Este medicamento puede disminuir la frecuencia y la intensidad de los síntomas.
- Sucralfato: Este medicamento puede formar una capa protectora que protege el revestimiento del estómago y el esófago contra el reflujo biliar.
- Secuestradores de ácido biliar: Los médicos suelen recetar secuestradores de ácido biliar que interrumpen la circulación de la bilis, aunque los estudios revelan que estos medicamentos son menos eficaces que otros tratamientos. Los efectos secundarios, como la hinchazón, pueden ser graves.
Tratamientos quirúrgicos
El posible que los médicos recomienden la cirugía si los medicamentos no logran disminuir los síntomas graves o si hay modificaciones precancerosas en el estómago o en el esófago.
Algunos tipos de cirugía pueden ser más exitosos que otros, así que debes asegurarte de analizar detenidamente con el médico las ventajas y las desventajas.
Estas son algunas de las opciones:
- Cirugía de derivación: Durante este tipo de cirugía, el médico hace una nueva conexión para drenar la bilis en una parte más alejada del intestino delgado, lejos del estómago.
- Cirugía antirreflujo: La parte del estómago que está más cerca del esófago se envuelve y después se cose alrededor del esfínter esofágico inferior. Este procedimiento refuerza la válvula y puede disminuir el reflujo ácido. Sin embargo, hay poca evidencia sobre la eficacia de la cirugía para el reflujo biliar.