Scott Lang y Hope Van Dyne, junto con Hank Pym y Janet Van Dyne, exploran el Reino Cuántico, donde interactúan con extrañas criaturas y se embarcan en una aventura que va más allá de los límites de lo que creían posible.
‘Ant-Man and the Wasp: Quantumania‘ es la última entrega del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) y fue anunciada por todo lo alto por Marvel en su momento, ya que se trata de la película que comenzará la Fase 5 del UCM, una que ha prometido revolucionar todo lo que los fans de los superhéroes han visto hasta ahora. A la cabeza del proyecto, el director Peyton Reed volvió a repetir el plato, tal como lo hizo anteriormente en ‘Ant-Man‘ (2015) y ‘Ant-Man and the Wasp‘ (2018), por lo que esperaba un proyecto continuista y con mayor madurez al ser esta, prácticamente, la tercera parte. Sin embargo, cabe resaltar que el recibimiento de la cinta por la crítica especializada, desde el preestreno, no ha sido la mejor para el Hombre Hormiga.
Respecto a la trama, el guionista Jeff Loveness -quien también escribe capítulos en la popular serie animada ‘Rick and Morty’- nos cuenta la historia de un Ant-Man (Paul Rudd) que parece haber perdido la brújula tras haber sido partícipe de la derrota de Thanos en la Fase 4 del UCM junto con The Avengers. Ahora, se dedica a su familia y a escribir libros, mientras espera que suceda algún evento interesante que le permita volver a lucirse como superhéroe. No pasará poco hasta que su hija (Kathryn Newton) termine metiendo a toda la familia en problemas al insertarlos accidentalmente en el mundo cuántico, uno gobernado por un temible villano que amenaza con destruir varios mundos y que es poseedor de una inimaginable fuerza.
Lo destacable
Debo admitir que uno de los puntos que más me agradó fue la libertad creativa que se tomaron para recrear este mundo cuántico, uno que se siente lleno de sorpresas y totalmente impredecible. Aunque no llega a desmontarse este nuevo mundo en su total complejidad, permiten que suceda lo suficiente como para que seamos testigos de algunas secuencias jaladas de los cabellos que son sumamente divertidas. En efecto, es una cinta que intercala entre la comedia y la acción para tratar de brindarnos entretenimiento puro y duro, sin importarle siquiera jugar con el absurdo para conseguir su propósito. Al respecto, debo señalar que tiene escenas que son verdaderamente graciosas, aunque ello termine lastrando un poco la profundidad del guion.
Si es que hay un culpable del filme se maneje correctamente dentro de lo cómico, ese es Paul Rudd, quien posee un carisma incuestionable. Con el traje o sin el traje, Rudd maneja el ritmo del entramado junto a un inacabable Michael Douglas (Hank Pym), quien se encuentra siempre presto para los remates de los diálogos, en los que despierta siempre mucha simpatía. A estas dos performances hay que sumarle indudablemente la de Jonathan Majors como “Kang, El Conquistador”, pues es quien inserta las dosis de drama necesarias para que el conflicto de fondo vaya tomando más forma. Si bien hubiera sido agradable ver más desarrollo de su personaje, en cuanto le toca encarnar al villano, cumple con creces y seguro que será interesante ver su evolución en este mundo de superhéroes.
Lo cuestionable
Creo firmemente que el gran problema de esta película es que muchos esperaban la seriedad de otras entregas más dramáticas del UCM, como ‘Avengers: Endgame’ (2019), dado que esta lleva sobre sus hombros la responsabilidad de iniciar la Fase 5 del UCM. Desde ahí, las expectativas eran demasiado altas y también las probabilidades de ser una decepción. Puede que, si no hubiera tenido que asumir tal carga, ni la crítica ni los fans hubieran sido tan duros con la cinta de Reed, que más bien parece no ser consciente de tamaño encargo y, en contraparte, tiene una propuesta más que nada cómica y bastante ligera.
El guion, por otro lado, consigue profundizar poco en el conflicto de la trama y más bien se encarga de presentar giros argumentales muy convenientes y gratuitos, que facilitan circunstancias para que todo suceda sin explicaciones coherentes de por medio o sin un desarrollo convincente. Por ejemplo, el momento en que los personajes son absorbidos al mundo cuántico o cuando aparecen refuerzos misteriosos mientras enfrentan al villano, son todas situaciones que parecen caer del cielo simplemente para que el entramado encuentre su camino mágicamente y se pueda cumplir con la historia.
Por lo mencionado, hay una fuerte crítica hacia cómo la fórmula Disney-Marvel parece haber llegado a su límite y desgastado ya todos sus ases bajo la manga. Desde hace buen tiempo que algunos fans del UCM perciben que las estructuras y los recursos son siempre los mismos y que no hay existe ninguna intención de innovar, hecho que reluce más en una cinta como esta, que, como se señaló, tenía el compromiso de iniciar la Fase 5 y dejar con hambre de más a los espectadores. Sin embargo, parece que, más bien, ha conseguido el efecto contrario, pues parece señalar que el camino que viene tan solo será más de lo mismo.
Por último, considero que ya viene siendo hora de que se apueste más por la mejora de la calidad de los efectos especiales. No es que la película tampoco se vea tan mal, pero si se invierten 200 millones de dólares en ello y todavía no se logra conseguir engañar el ojo humano fácilmente, pues es porque el todo no consigue ser convincente. En todo caso, verla en 3D puede mitigar un poco esa sensación de artificialidad al ver efectos mal trabajados por tramos, lo cual resulta importante de corregir, porque se convierte en un gran problema cuando esta artificiosidad va haciendo que el entramado pierda verosimilitud, incluso en su propia lógica de ficción.
El veredicto
Recomiendo esta película para todos los amantes de las historias de superhéroes y la comedia. La propuesta de Peyton Reed tiene en ser entretenida su cruz y su maldición, pues sinceramente consigue divertir con un Paul Rudd que maneja el tono cómico a la perfección y que ahora se ve envuelto en un mundo bastante loco como para explotar esa posibilidad al máximo. En contraparte, al mantener una tendencia inclinada hacia el humor, el filme no parece tomar consciencia de la importancia de su aparición como obra inaugural de la nueva fase del UCM, por lo que se queda bastante corta en relación a las expectativas puestas sobre él. Si a ello le sumamos que el guion está lleno de agujeros argumentales y que se abusa de la misma fórmula de siempre, estamos ante una propuesta poco trascendente, pero que puede que termine robándonos más de una sonrisa si le brindamos una oportunidad.
¿Sabías que…?
Michael Douglas (1944-actualidad) es un reconocido actor y con una larga trayectoria que ganó el Premio Oscar a Mejor Actor en 1988 con ‘Wall Street’ (1987), película dirigida por Oliver Stone y que luego tuvo una secuela poco exitosa en 2010 con ‘Wall Street 2: el dinero nunca duerme’.
Puedes verla en: Cines
Rating: 3.5/5
Ficha Técnica
- Director: Peyton Reed
- Casting: Paul Rudd, Evangeline Lilly, Michelle Pfeiffer, Michael Douglas, Jonathan Majors, Kathryn Newton, Bill Murray
- Guion: Jeff Loveness. Cómic: Stan Lee, Jack Kirby, Larry Lieber
- Música: Christophe Beck
- Fotografía: Bill Pope
- Género: Ciencia ficción | Acción
- Duración: 125 minutos
The Review
'Ant-Man and the Wasp: Quantumania' (2023)
Recomiendo esta película para todos los amantes de las historias de superhéroes y la comedia. La propuesta de Peyton Reed tiene en ser entretenida su cruz y su maldición, pues sinceramente consigue divertir con un Paul Rudd que maneja el tono cómico a la perfección y que ahora se ve envuelto en un mundo bastante loco como para explotar esa posibilidad al máximo. En contraparte, al mantener una tendencia inclinada hacia el humor, el filme no parece tomar consciencia de la importancia de su aparición como obra inaugural de la nueva fase del UCM, por lo que se queda bastante corta en relación a las expectativas puesta sobre él. Si a ello le sumamos que el guion está lleno de agujeros argumentales y que se abusa de la misma fórmula de siempre, estamos ante una propuesta poco trascendente, pero que puede que termine robándonos más de una sonrisa si le brindamos una oportunidad.
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