Helicópteros de la fuerza aérea lograron aterrizar el lunes para rescatar gente en el nordeste del Himalaya indio, después de que una represa hidroeléctrica construida hace seis años se rompiera la semana pasada bajo unas intensas lluvias e inundara un valle con agua de un lago glacial, que arrastró puentes y casas mientras miles de personas huían.
Los rescatistas han encontrado 52 cuerpos por ahora y siguen buscando a unos 100 desaparecidos. Tras la mejoría del tiempo en el estado de Sikim, los helicópteros llegaron al distrito más afectado, Mangan, para ayudar a unos 3.000 turistas varados.
El diseño y la ubicación de la represa Teesta 3, la instalación hidroeléctrica más grande del estado de Sikkim, eran controversiales desde su construcción. Un reporte de 2019 identificó el lago de Lhonak como “muy vulnerable” a inundaciones que podrían reventar represas y causar daños extensos.
No estaba claro qué había provocado la letal riada iniciada el miércoles por la mañana, que se suma a otros sucesos similares en el nordeste de India en un año de lluvias del monzón inusualmente fuertes. Los expertos señalaron que los aguaceros y un sismo de magnitud 6,2 que remeció la vecina Nepal el martes por la tarde podrían haber contribuido al siniestro.
La inundación comenzó cuando el lago glacial se desbordó, lo que rompió la represa Teesta 3. Las aguas gélidas se abatieron entonces sobre los pueblos en el valle más abajo y arrastraron algunos cuerpos varios kilómetros (millas), donde fueron encontrados en el estado vecino de Bengala Occidental y en Bangladesh.