Un pez solitario de la especie Pseudoliparis belyaevi, juvenil y de once centímetros de largo, ha sido visto a 8.336 metros de profundidad en la fosa submarina Izu-Ogasawara, situada a unos mil kilómetros al sur de Tokio.
Esta observación constituye el avistamiento de un animal de estas características a la mayor profundidad registrada hasta la fecha.
Los científicos de la Universidad de Australia Occidental y de la Universidad de Tokio que participaron en la expedición también capturaron dos ejemplares de Pseudoliparis belyaevi a 8.022 metros, lo que representa el primer hallazgo de peces a esta profundidad.
Según los expertos, los ejemplares juveniles de esta especie viven a mayor profundidad que los adultos, lo que es poco común en la mayoría de los peces que habitan las zonas más profundas del océano.