La Contraloría General de Venezuela inhabilitó el pasado viernes a la opositora María Corina Machado, lo que significa que no podrá competir contra Nicolás Maduro en las presidenciales de 2024. La decisión generó una nueva presión sobre el régimen chavista, pues la comunidad internacional reaccionó fuertemente a la inhabilitad de Machado.
La sanción tiene una vigencia de 15 años, un “castigo” que ya ha sido impuesto a otros opositores. Presidentes de la región, como Gustavo Petro, rechazaron la medida. Pero la líder opositora Machado pidió este martes que los líderes políticos pasen de la solidaridad a la acción.
Petro escribió en su cienta de Twitter: “Ninguna autoridad administrativa debe quitar derechos políticos a ningún ciudadano”.
“A mí me sorprendió una respuesta tan rápida del presidente Petro, que refleja que está afectado. Maduro lo ha querido utilizar de interlocutor”, comentó Machado este martes durante una conferencia de prensa en Caracas.
Machado enfatizó que la comunidad internacional ha sido contundente con respecto a su “ilegal” inhabilitación, pero que se debe ir más allá, con acciones.