Al menos 155 opositores, considerados por los organismos humanitarios como “presos políticos”, guardan prisión en Nicaragua.
El obispo nicaragüense Silvio Báez pidió no olvidarse de los cientos de “presos políticos” ni de la decena de miles de exiliados que se han marchado de Nicaragua por razones de seguridad desde abril de 2018, cuando estalló una revuelta popular en este país centroamericano.
“No olvidemos a los presos políticos de nuestros países y tampoco olvidemos la cantidad de personas que deciden dejar sus tierras, buscando sitios más seguros para poder vivir”, clamó Báez, obispo auxiliar de Managua, en una misa celebrada en Miami.
El obispo, quien se encuentra fuera de Nicaragua desde hace 30 meses por decisión del papa Francisco por motivos de seguridad, dijo que “los presos políticos, hombres y mujeres”, han sido encarcelados “injustamente y sometidos a tratos crueles”.
“El Señor Jesús nos pide que alcemos la voz en oración al cielo por ellos, pero también alcemos la voz para protestar y defendernos siempre que podamos”, agregó.