Esta situación sigue ocurriendo a vísperas de unas amañadas elecciones que se celebrarán el próximo 7 de noviembre, en las que Ortega se presenta a la reelección.
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), denunció que el gobierno de Nicaragua mantiene a decenas de presos políticos detenidos en los últimos meses, que están en condiciones abusivas, y la mayoría de ellos por “traición a la patria”, que además afrontan cargos sin pruebas y a menudo han sido sometidos a largos interrogatorios.
En un informe de nueve páginas, HRW describió que el autoritario de Daniel Ortega ha acusado a muchos de los aprehendidos de cometer delitos graves sin aportar pruebas que fundamenten los cargos, lo que consideró que deja en evidencia que se trata de “persecuciones por motivos políticos” en represalia por su oposición.
Al menos 36 miembros críticos de la política e inclusive hasta exparticipantes del ejecutivo han sido arbitrariamente detenidos desde finales de mayo pasado.