La administración Biden tiene como uno de sus objetivo salvaguardar el acceso al aborto en todo el país. Hechos como la anulación de Roe v Wade por parte de la Corte Suprema han dificultado conseguir el objetivo del gobierno. Uno de los temores es que las restricciones de los estados incluyan a las píldoras abortivas.
Muchos asesores del presidente aseguran que Biden tiene la autoridad de firmar una directiva destinada a salvaguardar el acceso nacional a las píldoras. De por sí el ejecutivo tiene muy pocas posibilidades para aportar en este tema, sin embargo está sería la solución más factible.
La ley de Preparación Pública y Preparación de Emergencia (PREP) le otorga al gobierno las facilidades para proteger a los médicos y las farmacias. De esta manera, al declararse una emergencia, las píldoras podrían ser vendidas sin prescripción médica y de forma libre. Inclusive afectaría a estados donde se han declarado ilegales ya que se trataría de una ley federal.
Varios grupos proaborto han solicitado que se declare en emergencia general con respecto al aborto. No obstante, muchos analistas creen que esto derivaría en una batalla legal extensa. En ese sentido, centrarse solo en las píldoras podría ser más efectivo.