Para los equipos de la liga, es todo un desafío balancearse entre pagar al pasador o construir una plantilla a su alrededor.
Por más de una década, una carpeta de color azul etiquetada “Peyton Manning” estivo en el librero del gerente general de Los Angeles Chargers, Tom Telesco.
Telesco se acostumbró tanto a ver la carpeta en su estante, que en algún momento dejó de verla.
Adentro, Telesco había anotado notas meticulosas durante su tiempo como director de personal de los Indianapolis Colts. Tenía un asiento de primera fila cuando el gerente general y ahora miembro del Salón de la Fama, Bill Polian, orquestó dos extensiones de contrato con Manning mientras también hallaba el modo de alinear a una plantilla que peleara por un Super Bowl alrededor del quarterback.
Telesco no desechó la carpeta cuando se convirtió por primera ocasión en un gerente general para los Chargers en el 2013, pero no la consultaba con frecuencia, tampoco.
“No me la quedé realmente pensando, ‘Voy a necesitar esto en otro empleo’. Simplemente pensé, esto es realmente algo que necesito dominar”, declaró Telesco, agregando, “Ni siquiera pensé en sacarla”.
Hasta que lo hizo.
Con el ascenso continuo de Justin Herbert y la inexorable explosión del mercado de quarterbacks, es una certeza que los Chargers comenzarían negociaciones con el sexto recluta global del 2020 hacia una extensión de contrato a largo plazo, cuando se hizo elegible al término de la pasada temporada.
“La saqué, comencé a hojearla”, dijo Telesco. “Y es como, ‘Gracias a Dios que tengo esto'”.
La carpeta es una manual sobre cómo navegar una extensión de contrato para quarterback que consuma una porción significativa del tope salarial, al tiempo que también edifica a un equipo capaz de meterse a lo profundo de los playoffs, o incluso ganar un Super Bowl.
“Algo de eso ya no aplica”, admitió Telesco, notando el cambio en la escala de pagos para novatos implementada en el 2011 para brindar consistencia entre los salarios y resolver el tema de los pagos excesivos para los nuevos profesionales. “Pero, todavía hay cosas allí que he anotado y que ha aprendido como, ‘Sí, definitivamente, esto va a aplicar'”.
Telesco y los Chargers están entre las directivas de la NFL que enfrentan el problema sobre cómo retener a jóvenes pasadores franquicia y simultáneamente, construir un equipo con calibre de playoffs a su alrededor. Gerentes generales, coaches y agentes alrededor de la liga charlaron con ESPN acerca de cómo conseguirlo, y los riesgos de hacerlo mal.
Después de que el quarterback de los Philadelphia Eagles, Jalen Hurts, acordara una extensión de contrato por cinco años y 255 millones de dólares que incluyó 180 millones garantizados, y las negociaciones contenciosas entre los Baltimore Ravens y Lamar Jackson culminaran con el pasador recibiendo una extensión de contrato por cinco años y 260 millones de dólares, con 185 millones garantizados, Herbert y el quarterback de los Cincinnati Bengals, Joe Burrow, son los probables próximos en la fila.
“Cuando estás pagando a alguien como nosotros pagaremos a este quarterback, él está mejorando a otros”, notó el head coach de los Chargers, Brandon Staley, de Herbert. “No es al revés”.
Determinar si un quarterback es capaz de liderar a un equipo a un Super Bowl es el primer obstáculo. El siguiente, es cerciorarse de que tiene talento suficiente a su alrededor para llegar allí.
“Es realmente factor. Es una situación muy real”, dijo el head coach de los Seattle Seahawks, Pete Carroll, de reconstruir una plantilla alrededor de una enorme extensión contractual de quarterback. “La dinámica de la estructura de tu plantilla cambia.
“Realmente debes trabajar para ser creativo y realmente debes ser afortunado al combinar el armado de la plantilla para que funcione”.
TOM BRADY, QUIEN se retiró con siete anillos de Super Bowl, y Patrick Mahomes, con dos títulos a lo largo de las últimas cuatro temporadas, no solamente han sesgado las expectativas para la posición de quarterback sobre el campo de juego.
Han probado ser excepciones fuera de él, también.
Cada uno firmó lo que algunos han calificado contratos “amigables con el equipo”. El convenio de Brady se tradujo en menos dinero, y Mahomes accedió a un acuerdo que distribuyó una extensión de contrato récord a lo largo de un periodo muy largo para ayudar a gestionar el tope salarial.
Entonces, ¿cómo mantienes financieramente satisfecho a tu quarterback, y construyes a un equipo competitivo a largo plazo?
“Debes tener a un quarterback que comprende el negocio y que está dispuesto al final a tener esas conversaciones con su agente y nosotros, y facilite un acuerdo que se ocupe de él, le reditúe en las garantías y el dinero que necesita”, explicó el gerente general de los Buffalo Bills, Brandon Beane.
Brady, en 23 temporadas de NFL, no atrajo titulares con ningún contrato récord. Se retiró después de la trayectoria más larga en la historia de la liga con 317 millones de dólares en ganancias totales, de acuerdo a Over the Cap, sin incluir convenios de patrocinio no el contrato reportado de 10 años y 375 millones de dólares firmado con Fox Sports para ser analista tras su retiro.
Los estelares naturalmente gravitaron hacia Brady para jugar, pero no afectó que, cuando se cortejó al receptor abierto Randy Moss en el 2007 ni cuando se firmó al esquinero Darrelle Revis en el 2014, el contrato de Brady ayudó a cerrar esos tratos.
Cuando intentó obtener un séptimo anillo de Super Bowl en Tampa, su primero sin los Patriots ni el head coach Bill Belichick, Brady firmó un contrato por dos años en el 2020 con un promedio de 25 millones de dólares por año.
“Tom siempre aceptó contratos amigables con el equipo para poder seguirse rodeando de tipos que le ayudaran a ganar”, dijo el gerente general de los Tennessee Titans, Ran Carthon. “Así que, es una de esas cosas que se basan en la organización y que esa persona en ese rol necesita ayudarte a descifrar cómo vas a seguir construyendo tu equipo”.
Mahomes y Kansas City pactaron un enorme convenio de 503 millones de dólares después de que condujo a los Chiefs a un Super Bowl en el 2020. La extensión cubre 10 años, un contrato inusual para los estándares de la NFL.
“Algunas personas, podrían decir que está subvalorado”, notó Carthon acerca de Mahomes, quien promedia 45 millones de dólares por temporada. “Pero, ustedes saben, él lo ha descifrado y es amigable para el equipo, y les permite retener a sus tipos y seguir firmando a otros”.
El salario de Mahomes lo ubica séptimo entre los quarterbacks de la liga, pero dijo no estar preocupado por el dinero durante las actividades organizadas del equipo la semana pasada.
“Yo, mi agente y el equipo, siempre mantenemos una comunicación abierta y tratamos de hacer lo que sea lo mejor para el equipo, pero obviamente dese hacer lo mejor para mí, también”, expuso Mahomes. “Pero, al mismo tiempo, quiero, siempre he dicho que me preocupa el legado y las victorias más que hacer dinero en este momento”.
Chris Cabott, CEO de Equity Sports, representa a Mahomes y a varios otros quarterbacks de la NFL.
En la experiencia de Cabott, múltiples factores entran en juego cuando ejecutan una extensión de contrato de quarterback, incluyendo si existe estabilidad en las posiciones de propietario y coach, junto con un núcleo de jugadores que pueden ayudar a un equipo a jugar Super Bowl.
Si esos criterios no se cumplen, una extensión a largo plazo –como una de 10 temporadas– podría no ser lo mejor.
Pero, ¿si es así?
“Se puede tener todo”, manifestó Cabott acerca de la dinámica entre un quarterback y un equipo a la hora de negociar una extensión. “Puedes tener el gran contrato y puedes seguir ganando. Solamente toma mucho trabajo y toma mucha confianza y toma mucha comunicación.
“No puedes ganar un partido solo, así que debes ser diligente acerca de todo a tu alrededor, pero eso nunca debe quedar a merced de la compensación ni las garantías”.
No pasó mucho después de que Mahomes y los Chiefs alcanzaran su acuerdo, para que Beane y el quarterback Josh Allen jugaran una ronda de golf juntos, y la conversación se volcara a los contratos.
“Él y yo hablamos un poco acerca de los pros y contras de ese convenio [de Mahomes] y solo algunas cosas a grandes rasgos de él”, recordó Beane. “Y hablamos de Tom Brady y los campeonatos que ganó, y allí es donde se dificulta, porque, sí, quieres verte justamente recompensado y no es bueno para el equipo ponerte en un contrato que no es justo para ti tampoco, porque estarás insatisfecho y eso no va a funcionar”.
Un año después de la extensión de Mahomes y después de una aparición en el Juego de Campeonato de la AFC, Allen firmó un acuerdo por seis años y 258 millones de dólares.
“Josh fue muy firme acerca de –‘Voy a trabajar con mi gente y sí, quiero ser reconocido –es una cosa de respeto– pero también deseo ganar y quiero ser capaz de retener al jugador X, jugador Y'”, comentó Beane. “Ahora, si hago eso y luego ellos no lo respaldan y estoy perdiendo a algunos de los tipos que él cree pueden ayudarnos a ganar, o nos vamos a poner austeros, probablemente vayamos a tener un problema”.