El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien aspira a la reelección en los comicios del próximo domingo, afirmó este lunes que su adversario en las urnas y exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva “no respeta la propiedad privada”.
El mandatario visitó un campamento de campesinos asentados a la vera de una carretera en las afueras de Brasilia, cuyos integrantes dicen haber pertenecido en el pasado al Movimiento Sin Tierra (MST), vinculado históricamente a la izquierda y a Lula.
“Los felicito por poder haberse liberado de esa ideología nefasta llamada comunismo”, declaró Bolsonaro ante cientos de campesinos, a los que animó a votar por su candidatura el próximo domingo para que “la izquierda quede definitivamente en el pasado”.
El líder de la ultraderecha reiteró su discurso en favor de los “valores tradicionales” e insistió en que Lula, favorito por escaso margen para la segunda vuelta electoral, “no cree en la familia y quiere liberar las drogas”, una propuesta que no ha sido siquiera barajada por el candidato progresista, que gobernó entre 2003 y 2010.
Bolsonaro aseguró que, desde que asumió el poder, en enero de 2019, su Gobierno entregó títulos de propiedad a unas 420.000 familias de campesinos sin tierra, que ahora han pasado a ser “propietarios” y son “iguales” a los grandes hacendados.