El dolor de espalda, más concretamente el dolor en la región lumbar, es uno de los problemas de salud que sorprende por el alto número de personas afectadas y lo poco que solemos conocer sobre el impacto significativo que tiene en la vida cotidiana.
Si nunca lo has padecido, lo más probable es que lo experimentes algún día.
Para que te hagas una idea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que la lumbalgia es la principal causa de discapacidad en el planeta, limitando las actividades laborales y de ocio rutinarias que puedan hacer las personas que lo la padecen.
En 2020, aproximadamente 1 de cada 13 personas (más de 600 millones de individuos) sufrió al menos una vez este problema, lo que representó un aumento del 60% en comparación con 1990.
Y la OMS prevé que estas cifras sigan aumentan|do en las próximas décadas hasta afectar a unas 840 millones de personas en 2050.
Según las directrices de la OMS, los tratamientos para la lumbalgia que cuentan con cierto grado de evidencia positiva -en los que los beneficios superan a los riesgos- son:
- Educación/asesoramiento estructurado y estandarizado
- Programa estructurado de ejercicio físico
- Acupuntura y otros métodos terapéuticos de punción
- Terapia de manipulación espinal (un tipo de masaje)
- Masaje
- Terapia conductual operante (un tipo de psicoterapia)
- Terapia cognitivo-conductual (un tipo de psicoterapia)
- Medicamentos antiinflamatorios simples (como el ibuprofeno y el diclofenaco)
- Preparados tópicos (aplicados sobre la piel) a base de pimienta de cayena (Capsicum annuum)
- Atención biopsicosocial integral