El café puede ser muchas cosas: un ritual matutino, una tradición cultural, un truco para mejorar la productividad e incluso una bebida saludable. Por ejemplo, los estudios sugieren que quienes beben café viven más tiempo y tienen menos riesgo de padecer diabetes tipo 2, Parkinson, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
“En general, el café es más bueno que malo”, aseveró Rob van Dam, profesor de Ciencias del Ejercicio y Nutrición de la Facultad de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington. No obstante, entre la infusión del desayuno, el café con leche del almuerzo y el expreso de la tarde, ¿es posible beber demasiado café? Y si es así, ¿cómo saberlo?
No obstante, el café también es la mayor fuente de cafeína para la población estadounidense y de ahí proceden la mayoría de los riesgos asociados a su consumo, explicó Cornelis. Tomar demasiada cafeína puede provocar taquicardia, nerviosismo, ansiedad, náuseas o problemas para conciliar el sueño, según Jennifer Temple, profesora de Ciencias del Ejercicio y Nutrición de la Universidad de Buffalo.
También provoca dolores de cabeza, reflujo ácido y, en dosis suficientemente altas, incluso temblores o vómitos, según Adrienne Hughes, toxicóloga médica y profesora adjunta de Medicina de Urgencias en la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón.
Por lo tanto, es raro que el consumo de café produzca efectos secundarios peligrosos, dijo Hughes, y añadió que las sobredosis suelen deberse a la ingesta de demasiada cafeína en formas concentradas, como polvos o suplementos y en un periodo breve. En la mayoría de los casos, sería necesario consumir al menos 10.000 miligramos de cafeína (o el equivalente a unas 50 a 100 tazas de café, dependiendo de su concentración) para que sea potencialmente mortal, dijo Hughes.
La cafeína puede provocar un aumento a corto plazo de la presión arterial y la frecuencia cardiaca, sobre todo si no se consume con regularidad, pero esto no suele ser perjudicial. Los estudios demuestran que el consumo habitual de café no eleva la presión arterial ni el riesgo de ritmo cardiaco anormal a largo plazo.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés), la mayoría de los adultos pueden consumir sin problemas 400 miligramos de cafeína al día, es decir, la cantidad que contienen cuatro tazas de 236 mililitros de café preparado o seis cafés expresos. Si estás embarazada, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda no superar los 200 miligramos.