En esta ocasión, quiero hablarles sobre la mujer y sus logros en este mundo tan competitivo. Ya es conocido de los miles de mujeres que han llegado a valerse por sí mismas, por su tenacidad en sus deseos. Quiero referirme a la mujer hispana en general, porque estas mujeres, en tiempo de nuestras abuelas, siempre fueron educadas para ser amas de casa. En aquella época era imposible continuar en la escuela, mucho menos hacerse de una profesión.
A la mujer, en todas partes del mundo, les hizo falta los incentivos y modelos femeninos que las motivaran a ser lo que en estos tiempos han conseguido, porque han demostrado que ellas pueden, y esto debió ser desde hace mucho tiempo, en participar en el movimiento a sus derechos. Es tan universal estas realidades, que ellas aspiran cada día, y demuestran que la mujer puede ser profesional y trabajar a la par con el hombre.
En la actualidad, la mujer tiene muchos roles. Ya no tiene la única representación de cuidar el hogar, esto es algo arcaico y quedó en el pasado. Pues la mujer de ahora o moderna, se puede desenvolver en muchos contextos. Es emprendedora, madre, esposa, trabajadora, administradora y muchas otras más. Yo la llamaría “mujer multitarea”.
Como ven, ahora es diferente, las mujeres pueden y asumen un papel importante en los destinos de su comunidad, en la sociedad educacional y empresarial. Demostrando con actitud decidida que, con una profesión, se puede llegar a ocupar puestos importantes.
Derechos humanos para las mujeres, igualdad ante la ley y búsqueda de la felicidad en todo sentido. Con todo esto, la mujer tiene ahora una dimensión más amplia.
Si, tenemos una dimensión más amplia, porque ya estamos aptas para asumir cualquier rol, porque somos capaces de pensar, discernir y decidir sobre las circunstancias de importancias y trascendencia social, para ayudar y contribuir a la toma de decisiones, y de esta manera compartir los roles hombre y mujer.
Como se darán cuenta, este es el resultado de tener un sinnúmero de profesionales hispanas, en diferentes representaciones, tales como: Abogadas, Doctoras en medicina, Psicólogas, Enfermeras, Ejecutivas de grandes empresas, Astronautas, Juezas de las cortes, Educadoras, entre muchas otras profesiones, sin dejar de mencionar las presidentes que gobiernan algunos países del mundo. Son ellas las que nos llenan de orgullo y, a la vez, son ejemplos para la juventud que vienen con la misma ideología.
“No hay nada tan poderoso como una idea cuya hora ha llegado” lo dijo Víctor Hugo. Me encanta esta frase y me gusta repetirla, porque estoy muy de acuerdo. Qué bueno, nos llegó la hora de expandirnos en todas las oportunidades, sociales, políticas, y ocupacionales. El tiempo de las abuelas de antes, quedaron en el pasado.
Las mujeres tenemos una sensibilidad especial y natural, sabemos discernir y darnos cuenta de cuáles son los logros que merecen prioridad. La experiencia, la compasión y la sabiduría innata nos dan el derecho y la obligación de hacernos escuchar, de llamar la atención hacia nuestros derechos y necesidades.
Por último, para conseguir todos esos derechos, las mujeres tenemos que comprender que es de suma importancia saber y asumir un papel responsable en la estructuración en esta sociedad. Tenemos que estar preparadas para poder ingresar en las organizaciones que antes fueron vetadas para las mujeres. Como todos sabemos, siempre fue dominada por los hombres.
Qué bueno que la mujer dejó de pensar en ellas, como algo separado y aislado. Hay que acostumbrarnos a que somos tan importantes como los varones.
El hombre y la mujer tienen que seguir unidos, trabajando en conjunto, ser conscientes y responsables en los cambios que necesitan nuestras organizaciones. Trabajar unidos, ayudándonos los unos a los otros y, así ser más productivos en todo lo que deseamos y nos propongamos hacer para el bien de la humanidad.
Y, para terminar, no importa en qué país o ciudad se viva, sin distingos, ni diferencias económicas o culturales, todas las mujeres tenemos el derecho a metas comunes.