El secretario de Estado de Defensa de Portugal, Marco Capitão Ferreira, se convirtió hoy en la decimotercera baja del gobierno del socialista António Costa, implicado en un caso de corrupción relacionado con adjudicaciones de una dirección general.
Capitão Ferreira llevaba días cuestionado por una asesoría de 61.000 euros (66.500 dólares) prestada en 2019 a la Dirección General de Recursos de Defensa Nacional (DGRDN), que duró sólo una semana porque fue nombrado justo después presidente de una empresa pública.
Este jueves, se sumó otro caso destapado por la prensa, la contratación de un asesor fantasma cuando lideraba una empresa pública del sector de Defensa.
Tras estas revelaciones, el secretario -que ejercía como tal desde el inicio de la actual legislatura (2022)- presentó la dimisión, que fue hecha pública este viernes por el gabinete del primer ministro.
El Ministerio de Defensa informó de que efectivos de la Policía Judicial (PJ) y del Ministerio Público estuvieron en las instalaciones de la DGRDN, “en el ámbito de averiguaciones a actos practicados entre 2018 y 2021”.