Un cese al fuego mediado por Egipto, Catar y las Naciones Unidas ha restablecido la calma en la Franja de Gaza e Israel después de una intensa jornada de violencia que comenzó tras la muerte de un preso palestino en huelga de hambre en una cárcel israelí.
Los ataques comenzaron en la madrugada del martes, cuando las milicias palestinas lanzaron más de 100 cohetes hacia Israel, y la represalia israelí se produjo horas después, apuntando a posiciones de Hamás.
El intercambio de fuego dejó un muerto palestino y ocho heridos, incluyendo tres trabajadores chinos.
Según el ejército israelí, sus tropas utilizaron aviones de combate y tanques para atacar campos de entrenamiento, fábricas de armamento, almacenes de armas, túneles y bases militares.
El repunte de tensión comenzó a las pocas horas de conocerse la muerte de Jader Adnán, un miembro de la Yihad Islámica Palestina que murió tras 86 días de huelga de hambre en una cárcel israelí.