Las fuertes tormentas que azotan parte del litoral norte europeo y especialmente los países bálticos -Estonia, Letonia y Lituania- han dejado al menos dos muertos y causado cuantiosos estragos materiales, principalmente a causa de la caída de árboles arrancados de sus raíces.
Las víctimas mortales se produjeron en Lituania, donde una mujer murió a causa de la caída de un árbol, y en el este de Letonia, donde un hombre falleció a causa de las heridas sufridas en circunstancias parecidas.
En Letonia se registraron al menos ocho heridos por el granizo y la caída de árboles.
El primer ministro letón, Krišjānis Kariņš, ordenó a las autoridades evaluar daños y pérdidas ocasionados por las tormentas, aunque por el momento no se han concretado ayudas o indemnizaciones a las personas y empresas afectadas.
En Estonia, la isla más afectada fue la de Saaremaa, donde el granizo destrozó ventanales, automóviles e invernaderos.
En Letonia, los daños más graves se produjeron en la localidad rural de Dobele.