Nauru, país insular del Pacífico, anunció el lunes que rompía sus lazos diplomáticos con Taiwán y reconocía a China.
El sorprendente cambio redujo los aliados diplomáticos de Taiwán a menos de una docena de naciones. En un comunicado publicado en Internet, el gobierno de Nauru declaró que la medida era “en el mejor interés” del país.
“Esto significa que la República de Nauru ya no reconocerá a la República de China (Taiwán) como un país separado, sino como una parte inalienable del territorio chino, y romperá las ‘relaciones diplomáticas’ con Taiwán a partir de este día y ya no desarrollará ninguna relación oficial ni intercambios oficiales con Taiwán”, afirmó en una declaración que se hacía eco de las descripciones chinas habituales.
El anuncio se produjo sólo dos días después de que unas elecciones históricas otorgaran al Partido Democrático Progresista, en el poder en Taiwán, un tercer mandato sin precedentes, a pesar de los esfuerzos de Beijing por inclinar la votación a favor del partido más favorable a China.
“Este momento no es sólo una represalia de China contra nuestras elecciones democráticas, sino también un desafío directo al orden internacional”, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán en un comunicado publicado en Internet. “Taiwán se mantiene incólume y continuará como una fuerza del bien”.
El Partido Comunista Chino, que nunca ha gobernado Taiwán, reivindica la democracia isleña como parte de su territorio, y el líder Xi Jinping insiste en que la unificación es “inevitable”.