El Ejército y los paramilitares de Sudán acordaron un alto el fuego de siete días en Yeda, Arabia Saudita, para permitir el flujo de ayuda humanitaria.
La tregua será supervisada por Arabia Saudita y Estados Unidos y cubrirá todo Sudán.
Ambas partes se comprometen a facilitar la llegada y distribución de la ayuda humanitaria, restaurar los servicios básicos y retirar a las fuerzas de los hospitales y viviendas civiles. El alto el fuego busca abordar las consecuencias de los combates que han causado numerosas muertes, heridas y desplazamientos masivos de personas.
Además, se establecerá una Comisión de Supervisión y Coordinación para monitorear el cumplimiento del cese de hostilidades.
Durante los siete días, se prohíben los ataques y hostilidades, el uso de armas pesadas y la ocupación de instalaciones civiles.
Aunque hay cierta cautela, se espera que esta tregua sea más efectiva que las anteriores.
La comunidad internacional y los opositores sudaneses recibieron el acuerdo con esperanza y consideraron que es un paso hacia el fin del conflicto.