Tras la entrada en vigor de un nuevo alto el fuego de siete días mediado por Estados Unidos y Arabia Saudí, una calma tensa prevalece en Jartum y otras ciudades de Sudán.
Aunque la mayor parte de Jartum amaneció en calma, se reportaron disparos esporádicos en algunos distritos de las afueras y se escucharon aviones militares sobrevolando la zona.
El alto el fuego busca facilitar el flujo de ayuda humanitaria y proteger a los civiles y al personal humanitario.
Además, se acordó desocupar instalaciones civiles, evitar enfrentamientos en barrios residenciales y utilizar a civiles como escudos humanos.
Esta tregua es la primera en ser monitoreada por una Comisión de Supervisión y Coordinación compuesta por representantes de Arabia Saudí y Estados Unidos.
Los enfrentamientos en Sudán han dejado más de 700 civiles muertos, más de 5.000 heridos y más de 1,1 millones de desplazados internos y externos, según Naciones Unidas.