El domingo, siete personas, incluidos los padres de un bebé, perdieron la vida debido a ataques aéreos realizados por Rusia en el sur de Ucrania, según informaron las autoridades locales. El ministro del Interior, Igor Klymenko, comunicó a través de la aplicación de mensajería Telegram que “Rusia mató a seis personas en la región de Kherson”, acompañando sus palabras con imágenes que mostraban los devastadores efectos del ataque. Más tarde, la cifra de fallecidos se elevó a siete.
Cuatro personas, incluyendo a un bebé, perecieron en el pueblo de Shyroka Balka debido a la artillería enemiga. “Un esposo, su esposa y su hija de 23 días perdieron la vida en el fuego de la artillería enemiga”, expresó Klymenko. Agregó que su hijo de 12 años fue hospitalizado en estado crítico, aunque lamentablemente falleció posteriormente. En el poblado de Stanislav, dos hombres de 57 y 71 años murieron, mientras que una mujer resultó herida, según las autoridades.
Klymenko enfatizó la necesidad de detener a los terroristas por medios enérgicos: “Es imperativo detener a los terroristas. Debe hacerse por la fuerza”. Kherson fue una de las cuatro regiones que el presidente ruso Vladimir Putin afirmó haber anexado en septiembre. A pesar de que las fuerzas rusas se retiraron de la ciudad de Kherson a fines del año anterior, han continuado atacando los asentamientos en esta región.