La apertura al público este lunes del restaurante giratorio más alto del Sur de Asia en la ‘Lotus Tower’ de Sri Lanka marca el renacimiento del sector turístico en el país, golpeado por unos atentados múltiples con 269 muertos, a pandemia del coronavirus y la peor crisis económica de su historia moderna.
El restaurante Blue Orbit, ubicado en el piso 27 de una torre mitad centro de telecomunicaciones y mitad atracción turística clave, busca “capturar la esencia de la sofisticación” con diversas cocinas del mundo y capacidad para 225 comensales, dijo a EFE el gerente de marca del establecimiento, Mitali Dassanayake.
“Es muy excitante y tenemos muchas reservas”, constató.
Con sus 350 metros de altura y una forma que recuerda a la flor de loto, un tallo esbelto de color verde coronado por un enorme capullo capaz de cambiar de color a voluntad, la torre nació de un acuerdo entre Sri Lanka y China en 2012 bajo la iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda.
Construida por 104,3 millones de dólares y la esperanza de que la torre se convierta en un icono de la capital, abrió finalmente sus puertas en 2019 pero han tenido que pasar cuatro años hasta la apertura del prometido restaurante giratorio.
Cuatro años en los que el turismo, uno de los motores de la economía esrilanquesa y fuente vital de divisas, se ha visto golpeado por una serie de desastres de los que a penas parece estar recuperándose.