La presidenta húngara ha dimitido de su cargo tras el odio recibido tras conceder un perdón presidencial a un preso por un caso de abuso infantil.
Katalin Novák ha anunciado en el canal de noticias nacional ‘Hungarian M1’ que dimite de su puesto como presidenta del país.
Este anuncio es consecuencia directa del permiso presidencial que Novak otorgó a un hombre que fue sentenciado por encubrir varios incidentes pedófilos en una escuela húngara.
“El pasado mes de abril, decidí en favor de la clemencia y creyendo que el preso no había abusado de su posición que incluía trabajar con niños. Estaba equivocada”, comentó Novak.
La ahora ya expresidenta de Hungría acortó un viaje a Oriente Medio para responder sobre su rol en ese perdón presidencial.
Novak admite en su comunicado que los húngaros deben esperar que su presidente no cometa errores y que anuncia su dimisión como presidenta de la república.
En ese anuncio, la presidenta agradeció a su familia y a todos aquellos que la han ayudado en su trabajo: “La política es un mundo duro y a veces cruel”. Y acabó con el mensaje de Dios bendiga a Hungría.
Viktor Orbán afirmó esta semana que propondría una revisión de la ley para excluir a los convictos relacionados en casos de abuso infantil.