El Patriarca Pierbattista Pizzaballa, de 58 años, ha sido nombrado cardenal de Jerusalén, la primera vez en la historia de esta ciudad sagrada para las tres grandes religiones monoteístas.
El anuncio de su elevación se realizó el 9 de julio, un día lleno de reuniones para el Patriarca, quien recibió la noticia con sorpresa. A primera hora de la tarde de ese domingo, mientras estaba sentado a punto de comer, su teléfono empezó a zumbar sin cesar.
Vio la palabra “cardenal” parpadear en su pantalla varias veces, cuenta Noga Tarnopolsky en America, The Jesuit Review. Tan insistente se volvió el teléfono que terminó respondiendo a la llamada de un corresponsal en el Vaticano al que conoce desde hace años.
Y ayer, el 30 de septiembre, en la Basílica de San Pedro, finalmente se realizó el Consistorio de su elevación, que contó con la presencia de varias autoridades palestinas e israelíes.