El papa Francisco alertó este domingo en su mensaje de Pascua : “No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo”, al evocar los conflictos en Ucrania y en Gaza.
Desde le balcón de la logia central de la basílica de San Pedro para la tradicional bendición “urbi et orbi” (a la ciudad y al mundo) del Domingo de Resurrección, un largo discurso que tradicionalmente resume todas las amenazas a las que se enfrenta la humanidad.
En la bendición, el papa repasó los conflictos y los males en el mundo y afirmó que Dios “abre las puertas de la vida, esas puertas que cerramos continuamente con las guerras que proliferan en el mundo”.
El papa también lamentó la situación de la población civil en el enclave palestino. “Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos. Con esos ojos nos preguntan: ¿Por qué? ¿Por qué toda esta muerte? ¿Por qué toda esta destrucción?”, lamentó. La guerra es siempre “una derrota” y “un absurdo”.
Asimismo, solicitó que se liberen los prisioneros de guerra recluidos tanto en Rusia como en Ucrania.
“Al pedir que se respeten los principios del derecho internacional, expreso mi esperanza en un intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania por el bien de todos”, declaró Francisco ante unos 60.000 fieles.
Y agregó, “la paz no se construye nunca con las armas, sino tendiendo la mano y abriendo el corazón”.