Naciones Unidas anunció el martes la asignación de 100 millones de dólares para apoyar crisis humanitarias con escasa financiación en siete países, entre ellos República Democrática del Congo (RDC), Sudán y Siria.
La financiación, procedente del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia (CERF, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas, es una de las más reducidas de los últimos años, ya que las organizaciones de ayuda están luchando por atraer donaciones en medio de una oleada de crisis humanitarias.
“Esto refleja la reducida financiación que el CERF recibió en 2023, la más baja desde 2018, y la nefasta realidad de que la financiación de los donantes no está a la altura de las crecientes necesidades humanitarias”, dijo en un comunicado la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que gestiona el fondo de emergencia.
Las necesidades mundiales de ayuda alcanzaron un máximo de casi 57.000 millones de dólares en 2023 debido al estallido de conflictos en todo el mundo, incluida la guerra entre Israel y Hamás, según la OCHA.
El mes pasado, la OCHA dijo que la disparidad entre las necesidades financieras y los recursos había alcanzado un nivel sin precedentes de 35.000 millones de dólares en peticiones de ayuda financiera no atendidas.
Además de RDC, Sudán y Siria, la asignación del fondo de emergencia también se utilizará para financiar la respuesta a la crisis en Chad, Níger, Líbano y Honduras.