Hay muchas maneras de explorar las siete montañas que rodean la pintoresca ciudad de Bergen, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en la costa oeste repleta de fiordos de Noruega. La forma más nueva, sin embargo, bien podría batir récords.
Excavaron un túnel para peatones y ciclistas de tres kilómetros de longitud en la base de la montaña Løvstakken, y sus creadores afirman que se trata del túnel más largo de su clase.
Fyllingsdalstunnelen, como se lo conoce, abrió el 15 de abril con un día familiar de actividades deportivas, después de cuatro años de construcción, que comenzó en febrero de 2019. El megaproyecto financiado por el Estado costó cerca de US$ 29 millones, o 300 millones de coronas noruegas.
Toma poco menos de 10 minutos atravesar el túnel en bicicleta y alrededor de 40 si se hace a pie. Para romper la monotonía del túnel sin ventanas, hay una variedad de instalaciones de arte, así como diferentes colores e iluminación para ayudar a los usuarios a ubicar dónde se encuentran en el viaje y ofrecer un sentido de orientación.
En el punto central hay una instalación que simula un “reloj de Sol”, en un lugar en el que el Sol definitivamente nunca brillará, pero que muestra la hora del día que es, lo que también ayuda a orientar a los visitantes y a romper la larga línea de la visión. Por lo demás, el túnel es perfectamente recto, salvo ligeras curvaturas en la entrada y en la salida.