La policía lo investigaba por incendio premeditado y asesinato, tras hallar indicios en su casa de que trataba de emular incidentes similares recientes con víctimas numerosas.
El hombre que estaba siendo investigado por el incendio premeditado en una clínica de Osaka, en el oeste de Japón, en el que fallecieron 25 personas, murió este jueves tras dos semanas hospitalizado en estado grave.
El hombre de 61 años, identificado como Morio Tanimoto, estaba en estado crítico por intoxicación por monóxido de carbono y murió en torno a las 19:00 hora local (10:00 GMT) de hoy, según revelaron fuentes policiales a la cadena pública japonesa NHK.
Tanimoto fue una de las 27 personas que fueron trasladadas al hospital sin signos vitales a raíz del incendio del pasado día 17 en una clínica de medicina interna y psiquiatría ubicada en un céntrico barrio de la ciudad, y con él se elevan a 26 los muertos, mientras otra persona permanece en estado crítico con pronóstico reservado.