Menos apoyo para un Benjamin Netanyahu que ahora ve como su ministro del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, urge celebrar elecciones legislativas anticipadas en septiembre, con el fin de cambiar al Gobierno de Israel.
Sus motivos son la falta de confianza internacional y el apoyo popular hacia el actual Gobierno de Benjamin Netanyahu: los últimos tres días han estado marcados por protestas antigubernamentales en Jerusalén y Tel Aviv. Sus manifestaciones –activistas, ciudadanía y familiares de rehenes– fueron contundentes al pedir explicaciones por la gestión del primer ministro.
Gantz, del Partido de Unidad Nacional (centroderecha), indicó que ya había informado de sus planes a Netanyahu, quien salió el martes del hospital, tras haber sido sometido el domingo a una operación de hernia.
La convocatoria de elecciones anticipadas debe ser aprobada por mayoría simple (61 votos) de los 120 diputados de la Knéset (Parlamento). El Likud, partido del ultranacionalista Netanyahu, es la principal fuerza parlamentaria, pero no suma una mayoría absoluta.
Netanyahu lleva tiempo viendo cómo su gabinete va desmembrándose. Su actitud ante la petición de Gantz, quién se unió al Gobierno cuando comenzó la guerra de Gaza, no ha trascendido. Pero su partido, el Likud, ha rechazado su planteamiento: “Elecciones ahora conducirían inevitablemente a la parálisis, la división, daños a los combates en Rafah y daños fatales a la posibilidad de un acuerdo de rehenes”, detalló un portavoz del partido en un comunicado, en el que acusó a Gantz de “política mezquina”.
La oposición, por su parte, no solamente ha apoyado la moción de Gantz, sino que ha ido más allá. Su líder, Yair Lapid, del partido centrista y laicista Yesh Atid, ha dicho que Israel no puede esperar otros seis meses hasta que “el peor, más peligroso y fallido gobierno de la historia del país regrese a casa”.