De acuerdo al guía religioso, los derechos humanos residen en “primer y último lugar en la ley de Dios”, denunciando los “impulsos desviados que corrompen al mundo”.
El gran muftí de Arabia Saudita calificó este miércoles la homosexualidad como uno de los “crímenes más abominables”, en momentos en que este reino musulmán ultraconservador destina miles de millones de dólares para mejorar su imagen ante el mundo.
Abdelaziz Al Sheij se expresaba algunos días después de que el embajador saudita ante la ONU rechazara la mención de la homosexualidad en una resolución de la Asamblea General sobre la democracia, según medios del país del Golfo.
“El crimen de la homosexualidad es uno de los más abominables y odiosos a los ojos de Dios”, afirmó el muftí, máxima autoridad religiosa del reino saudita.
“Quienes cometen este crimen” arrastran consigo la “vergüenza e infamia”, añadió en un comunicado citado por la agencia de prensa oficial saudita SPA.