Los supervivientes del bombardeo atómico de Hiroshima buscan transmitir su experiencia a los líderes mundiales del G7 en la cumbre, en medio de la preocupación por una posible crisis nuclear.
El alcalde de Hiroshima espera que los líderes comprendan las consecuencias humanas del bombardeo y se comprometan a evitar que se repita.
En 2016, Barack Obama visitó Hiroshima, y el actual primer ministro japonés, Fumio Kishida, busca repetir la visita con el presidente Joe Biden para firmar una resolución contra el uso de armas nucleares.
Los “hibakusha”, los supervivientes de la bomba atómica, esperan que los líderes tomen medidas para erradicar las armas nucleares.
“Ya que vienen a Hiroshima, un lugar que tanto ha sufrido, espero que vean bien los hechos y espero que hagan esfuerzos para erradicar las armas nucleares”, dice Kiyomi Kono, una superviviente de 92 años, que se encontraba a 35 km del hipocentro de la explosión.
Aunque Japón forma parte del Tratado sobre la No Proliferación Nuclear, no ha ratificado el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.
Hiroshima recuerda el devastador impacto de la bomba nuclear, que causó la muerte de decenas de miles de personas y dejó secuelas por los efectos de la radiación.