Un total de 347 personas desembarcaron esta noche en el puerto de la isla italiana de Lampedusa, tras cruzar el Mediterráneo desde la costa de Libia a bordo de un barco pesquero de 25 metros.
El navío, que zarpó del puerto libio de Zuara, fue rescatado por las patrullas de la Autoridad Portuaria de Lampedusa, quienes posteriormente identificaron entre los pasajeros a ciudadanos de Bangladesh, Egipto, Pakistán y Siria.
Algunos de los migrantes llegaron a pagar entre 4.000 y 8.000 euros para embarcar en ese pesquero hacinado con destino al enclave italiano más próximo a las costas africanas, según los medios locales.
La gran mayoría de ellos fueron trasladados en ferri a un centro de acogida de Porto Empedocle, en la isla de Sicilia y con más capacidad.
La isla de Lampedusa continúa como el principal punto de llegada para las barcazas de migrantes, pues ha recibido en lo que va de año a más de 90.000 personas que suponen el 70 % de todas las llegadas en lo que va de año, según informó recientemente el ministro de Interior italiano, Matteo Piantedosi.
El ministro también recordó los desembarcos masivos de barcazas que este verano saturaron la capacidad de acogida de Lampedusa, “una isla de unos 6.000 habitantes, situada en el centro del Mediterráneo que sólo en el período del 1 de junio al 30 de septiembre trasladó a 64.051 personas” a otros enclaves de Italia por la incapacidad de prestar atención a todas las personas.