La ultraderechista francesa Marine Le Pen se enfrentaba en el último debate electoral no tanto al liberal Emmanuel Macron como a sí misma y, pese a superar su intervención de 2017, no logró imponerse en un duelo dialéctico en el que el actual presidente fue visto como vencedor.
Una encuesta del instituto demoscópico Elabe para el canal BFM TV y el periódico L’Express avanzó que el jefe de Estado resultó más convincente para seis de cada diez espectadores, afianzando así la ventaja que los sondeos sobre intenciones de voto le otorgan de cara a la segunda vuelta de este 24 de abril.
El mandatario saliente llegó a su primer careo electoral con Le Pen hace cinco años como aspirante novel y fuera del sistema, y en este su rol como inquilino del Elíseo le hizo estar más encorsetado, pero al mismo tiempo con mayor dominio de los temas sobre la mesa.
Por ello, el fundador y dirigente de la agencia de comunicación política Plebiscite, Laurent Rossini, cree que resultó el ganador “indiscutible” de la noche, que congregó ante las pantallas a 15,6 millones de personas, la audiencia histórica más baja de este tipo de encuentros, según explicó a EFE.