La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos acusó este viernes a Israel de estar acelerando su ocupación de Cisjordania con asentamientos ilegales en ese territorio palestino, una práctica que, recordó, constituye un crimen de guerra bajo las leyes internacionales.
En un informe presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por el alto comisionado Volker Türk, se denuncia que entre el 1 de noviembre de 2022 y el 31 de octubre de 2023 se añadieron 24.300 viviendas familiares a los asentamientos israelíes en Cisjordania, el mayor número desde que se inició este rastreo en 2017.
El número siguió aumentando tras el inicio el 7 de octubre del año pasado del conflicto entre Israel y Hamás en la también palestina franja de Gaza, y esta misma semana se conocieron planes para la construcción de otras 3.476 viviendas en Cisjordania, indicó el jefe de derechos humanos de Naciones Unidas.
Tras los ataques terroristas del mencionado 7 de octubre, también se ha registrado un aumento de los ataques violentos a palestinos en Cisjordania, con al menos 603 confirmados en los últimos cinco meses en los que han muerto al menos 405 personas: 396 a manos de fuerzas de seguridad israelíes y nueve por disparos de colonos.
En esos ataques también se ha expulsado a la fuerza de sus hogares a 1.222 palestinos, entre ellos 592 cuyas viviendas fueron demolidas con el argumento de que carecían de permisos de construcción, “casi imposibles de conseguir”, según el informe presentado por Türk.