El informe de la Red Global contra las Crisis Alimentarias (GNAFC) revela que el número de personas que padecen inseguridad alimentaria aguda en 2022 alcanzó los 258 millones, un aumento del 22,7% respecto al año anterior.
La guerra en Ucrania y las crisis económicas son algunos de los principales factores que han exacerbado la situación de hambre en los países más pobres del mundo.
La GNAFC cuenta con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que ha destacado la gravedad de la situación y el aumento de la población que se enfrenta a la inseguridad alimentaria aguda en niveles de crisis o peores, que ha aumentado por cuarto año consecutivo.
En 2021, 193 millones de personas en 53 países padecían hambre grave, según el informe.