La contraofensiva ucraniana entra en su sexta semana con avances aún lentos, mientras que en el terreno político Kiev espera “buenas noticias” de la cumbre de la OTAN en Vilna, de cuyo resultado están muy pendientes en Rusia, que advierte de graves consecuencias.
“Estamos esperando buenas noticias”, escribió hoy en Telegram el jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andrí Yermak.
Yermak agregó que la parte ucraniana trabaja “intensamente” de cara a la cumbre y mantiene muchos contactos con sus aliados.
Los líderes de los 31 países miembros de la OTAN abrirán mañana, martes, su cumbre en Vilna, la capital de Lituania, con el objetivo de completar “pronto” el ingreso de Suecia y de dar a Ucrania “perspectivas claras” para una incorporación que no se prevé inmediata.
DE DOS PASOS, A UNO
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó hoy que los aliados estudian reducir de dos a un solo paso el proceso de adhesión de Ucrania.
Stoltenberg destacó en una rueda de prensa previa a la cumbre de Vilna que una de las propuestas que están discutiendo los aliados para acercar a Ucrania a la organización es la de suprimir el plan de acción para la adhesión (MAP, por sus siglas en inglés) para Kiev, por lo que se pasaría “de un proceso de dos pasos a un proceso de un solo paso”.
La supresión del MAP significaría que el Gobierno ucraniano no tendría que participar en un programa de varios años para demostrar que ha llevado a cabo las reformas militares, económicas y políticas necesarias para unirse a la alianza militar.
El secretario general de la OTAN también confirmó hoy la asistencia del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a la cumbre, lo que estaba en entredicho hasta el último momento.