El primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo este jueves que aspira a que la cumbre del G7 que arranca el viernes en Hiroshima bajo su presidencia sea un punto de inflexión en los esfuerzos de la comunidad internacional para la paz global.
En declaraciones a los periodistas en la sede del Gobierno en Tokio antes de partir hacia la ciudad del oeste del país para la cita multinacional, Kishida destacó la importancia de esta cumbre “en un momento crucial de la historia”, con la guerra ruso-ucraniana vigente y los roces con Pekín en aumento entre el bloque.
Kishida dijo que Japón, como presidencia de turno del Grupo de los Siete, aspira a “liderar a la comunidad internacional con determinación” en la resolución de conflictos.
El primer ministro japonés destacó lo significativo de celebrar la cumbre en su Hiroshima natal, la primera ciudad en la historia en ser objeto de un bombardeo nuclear que acabó con la vida de en torno al 30 % de su población en 1945.
“Hiroshima es una ciudad que fue destruida completamente y que basó su reconstrucción como símbolo de la búsqueda de la paz. Desde allí quiero mostrar ese compromiso con la paz entre los países del G7 y sus principales aliados”, declaró Kishida antes de dirigirse al aeropuerto tokiota de Haneda para marchar rumbo a Hiroshima.
Está previsto que Kishida llegue en torno al mediodía a la región del oeste nipón, en la víspera del arranque de la cumbre que estará marcada por compromisos bilaterales con los invitados, entre ellos una reunión este mismo jueves con el presidente estadounidense, Joe Biden, para coordinar posturas de cara a las reuniones multilaterales.