El Gobierno de Japón ha aprobado este jueves un paquete de ayuda destinada a los afectados por el terremoto de magnitud 7,6 en la escala Richter que tuvo lugar en el país el día de Año Nuevo y que se saldó con más de 230 muertos en la península de Noto.
El primer ministro, Fumio Kishida, ha indicado que con esta ayuda espera “contribuir a la reparación y recuperación de las zonas más afectadas”, especialmente en la prefectura de Ishikawa, en una medida que llega tres semanas después del seísmo.
Está previsto que para sufragar todo el plan, el Consejo de Ministros apruebe este viernes el uso de 155.300 millones de yenes (alrededor de 965 millones de euros) del fondo de reserva del presupuesto del actual año fiscal.
Las autoridades estiman que actualmente unas 46.000 viviendas se enfrentan a las graves consecuencias del desastre natural y carecen de agua potable, mientras que alrededor de 15.000 personas continúan en centros de evacuación, según informaciones recogidas por el diario ‘The Japan Times’.
“Aunque hemos visto ciertos avances en el restablecimiento de las infraestructuras y en el apoyo a los afectados, muchas personas de las zonas afectadas siguen viéndose obligadas a vivir en graves condiciones en refugios”, ha declarado Kishida durante una rueda de prensa.