Cientos de jóvenes han participado este fin de semana en una “rave”, una fiesta no autorizada, cerca de la localidad italiana de Codogno (norte), el primer lugar confinado de Europa y Occidente al estallar la pandemia en febrero de 2020.
El lugar elegido fue una vieja mina abandonada de Maleo, a unos cinco kilómetros de Codogno, en la región de Lombardía, la más afectada del país por el coronavirus.
El alcalde de Maleo, Dante Sguazzi, ha avisado por las redes sociales a sus vecinos de esta fiesta con jóvenes llegados de todo el norte italiano, unos setecientos, y que “muy probablemente” pasarán por las calles del pueblo para volver a sus casas.
Precisamente esta semana Maleo, con unos 3.000 habitantes, ha registrado un foco con once contagios, tres de ellos con la llamada variante Delta, que preocupa a las autoridades del país.