El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, utilizó este viernes su tribuna ante la Asamblea General de la ONU para pedir al mundo que ponga a Irán ante “una verdadera amenaza nuclear”.
Irán, archienemigo de Israel desde hace décadas, no solo está torpedeando sus acuerdos de paz con varios países árabes -argumentó Netanyahu-, sino que ha desarrollado un programa nuclear a pesar del escrutinio del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
“Por encima de todo, Irán debe se puesto ante una amenaza nuclear creíble. Y mientas yo sea primer ministro de Israel, haré todo lo que esté en mi mano para evitar que Irán consiga armas nucleares”, dijo el jefe de Gobierno del único país de la región que posee armas nucleares, aunque nunca lo haya reconocido expresamente.
Además de las habituales invectivas contra Irán como presunto patrocinador del terrorismo internacional, que son una constante en los discursos de Israel en la ONU, Netanyahu tendió la mano a los países árabes que han firmado o quieran firmar acuerdos de paz con Israel, y particularmente a Arabia Saudí, con la que se negocia un acuerdo con mediación estadounidense.
Sin embargo, este acercamiento a los países árabes tiene una piedra en el zapato: según Netanyahu, son los palestinos los que se oponen a la paz con Israel con “su constante demonización del pueblo de Israel”, y sobre todo el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, y sus “horribles conspiraciones antisemitas contra el pueblo y el estado de Israel”.