La fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, señaló que su país ha registrado “más de 4.000 crímenes de guerra” cometidos por parte de las fuerzas rusas desde el inicio de la invasión de Ucrania, el pasado 24 de febrero.
La matanza de civiles cometida por las tropas rusas en su retirada de la localidad ucraniana de Bucha ha causado una oleada de horror e indignación en la comunidad internacional, algunos de cuyos miembros han pedido nuevas y más duras sanciones contra Rusia y otros, como el presidente de Estados Unidos, han abogado por que el líder ruso, Vladimir Putin, pueda ser juzgado por crímenes de guerra.
Las autoridades ucranianas han denunciado el hallazgo de más de 400 cadáveres en las calles de Bucha, la localidad del norte de Ucrania, cercana a Kiev, que estuvo asediada por las tropas rusas durante semanas y donde, tras su retirada, se descubrieron cientos de cadáveres en sus calles, algunos con las manos atadas a la espalda, como han documentado sobre el terreno reporteros de medios internacionales.
Human Rights Watch (HRW) afirmó tener indicios de que el Ejército ruso ha cometido posibles crímenes de guerra en las áreas bajo su control, entre ellos ejecuciones sumarias de civiles, mientras que el Gobierno ruso ha rechazado de manera categórica la participación de sus soldados en esas supuestas matanzas.
ZELENSKY PIDE A LOS MEDIOS “DOCUMENTAR” LAS “ATROCIDADES”
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió a los medios internacionales “documentar” las “atrocidades” cometidas por las tropas rusas en Bucha, durante una visita a esta ciudad, escenario de una presunta matanza de centenares de civiles.
“Es muy importante que esté aquí la prensa, los periodistas internacionales. Tenemos que poder mostrar al mundo lo que ha ocurrido aquí, lo que han hecho las fuerzas rusas”, afirmó Zelenski, en declaraciones a los medios, reflejadas por el portal Ukrinform.
RUSIA PIDE REUNIÓN DEL CONSEJO DE SEGURIDAD
Rusia acusó al Reino Unido, que ocupa la presidencia de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, de tratar de acallarla al rechazar su solicitud para celebrar una reunión específica sobre la presunta matanza de civiles en Bucha, que Moscú considera falsa.
La delegación rusa anunció que había solicitado un encuentro del Consejo de Seguridad “a la luz las atroces provocaciones de los radicales ucranianos en Bucha”, pero esa cita por ahora no se ha introducido en la agenda oficial en un mes en que el Consejo está presidido por el Reino Unido.