El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido acceso humanitario seguro y sin obstáculos en Sudán, donde el conflicto entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido ha generado una catástrofe humanitaria con hospitales destruidos, almacenes humanitarios saqueados y millones de personas enfrentando inseguridad alimentaria.
Guterres también ha llamado a detener los combates para evitar que la situación se agrave y se convierta en una guerra total que pueda afectar a la región.
Asimismo, ha advertido del riesgo de propagación de la violencia a países vecinos y ha pedido un diálogo nacional en Chad que sea apoyado enormemente.
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados, hasta 800.000 civiles pueden escapar de Sudán y buscar protección en países vecinos en las próximas semanas.
La distribución de ayuda humanitaria es muy difícil debido al alto riesgo que los desplazamientos dentro del país implican.
Se desconoce el número exacto de las víctimas militares y civiles de los combates, pero el Ministerio de Salud sudanés afirma que al menos 550 civiles han muerto y 4.926 han resultado heridos.