El líder checheno, Ramzán Kadírov, está moviendo tropas hacia Bajmut para ocupar las posiciones que los mercenarios del Grupo Wagner quieren abandonar el miércoles.
Kadírov está dispuesto a tomar la ciudad y limpiarla de los ucranianos con ayuda de las fuerzas de las unidades de Ajmat.
Según el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, sus hombres se retirarán de Bajmut el miércoles porque solo cuentan con el 10% de la munición que necesitan y mueren “sin sentido” en esta batalla, que dura ya más de nueve meses.
Kadírov está a la espera de la orden de Putin y sus soldados están “en alerta”, con varias unidades ya en camino hacia el frente.
El objetivo de Rusia era conquistar Bajmut para el próximo martes, según reveló el propio Prigozhin.
Sin embargo, esto se antoja aún más difícil, ya que la logística que supone efectuar un traspaso a los chechenos y una retirada organizada de los wagneritas parece complicada.
Además, los rusos perciben cada vez más cerca el peligro de la campaña militar ante el aumento de actos de sabotaje en territorio ruso, ataques con drones y intentos de asesinatos.