Las autoridades del régimen de Xi Jinping negaron que la acción representara una incursión y aseguraron que las embarcaciones eran “pesqueros que intentaban refugiarse del mal tiempo”.
El gobierno de las Filipinas exigió la retirada de más de 200 embarcaciones “de la milicia marítima China” ubicadas en un arrecife en disputa en el Mar Meridional que lleva el nombre del gigante asiático, calificando su presencia como “un acto de provocación que busca militarizar la zona”.
“Llamamos a los chinos a detener esta incursión y a retirar inmediatamente todas las embarcaciones que están violando nuestros derechos marítimos y violando nuestra soberanía nacional. Se trata de territorios que están claramente dentro de la zona exclusiva económica filipina”, expresó el ministro de defensa de las Filipinas, Delfin Lorenzana.
Un organismo del gobierno filipino y que monitorea la situación en alta mar detectó unas 220 embarcaciones en el Arrecife Whitsun, que se disputan China y las Filipinas, el 7 de marzo.
El organismo publicó fotos de la flotilla en una de las áreas más disputadas de ese corredor marítimo.