Con esta medida, el cubrebocas, queda reducido a espacios muy concretos, después de más de dos años de pandemia.
La mascarilla deja de ser obligatoria en España en la mayoría de los espacios interiores, excepto en centros sanitarios y sociosanitarios y en todos los transportes públicos, según aprobó este martes el Gobierno.
La nueva norma, que entrará en vigor este miércoles, deja en manos de las empresas la potestad de imponer o no su uso a los trabajadores a partir de la valoración que hagan los servicios de prevención de riesgos laborales, mientras que en el resto de ámbitos pasará a estar solo recomendada.
Será por ejemplo el caso de los colegios, donde ya no será obligatorio llevar mascarilla en las aulas, aunque sí se aconsejará para los profesores con alguna vulnerabilidad; tampoco se exigirá en comercios, supermercados, restaurantes y bares, así como gimnasios, teatros, cines o conciertos, pero sí será recomendable para personas con factores de riesgo.
En los espacios sanitarios, tendrán que ponérsela visitantes y trabajadores de hospitales, centros de salud o de transfusión de sangre y farmacias, salvo para las personas que estén ingresadas, o residencias de ancianos, en las que tampoco los mayores tendrán que ponérsela.