España celebra mañana elecciones municipales y autonómicas tras una campaña marcada por las denuncias de compra de votos y la polarización entre derecha e izquierda de cara a las generales de fines de año.
En estos comicios están llamados a las urnas 35,6 millones de votantes para elegir a sus representantes en doce comunidades autónomas y 8.131 ayuntamientos de España.
También se renovarán las Asambleas de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, en el norte de África, y los cabildos insulares, entidades administrativas exclusivas de las Islas Canarias.
En las elecciones del domingo votarán por primera vez 1,7 millones de jóvenes de entre 18 y 23 años, el 5 % del total del censo, y 414.000 extranjeros residentes en España.
Para mantener el normal desarrollo de la jornada, el Ministerio español del Interior desplegará un dispositivo de casi 100.000 agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Los casi 23.000 locales electorales abrirán las puertas a las 9.00 horas locales y las cerrarán a las 20.00 horas locales.
UN ENSAYO DE LAS GENERALES
La votación se plantea como una especie de ensayo de las elecciones generales, que, si no se adelantan, deben celebrarse a final de año.
El resultado mostrará si de cara a las generales la izquierda, que gobierna en coalición en España, mantiene un respaldo entre los votantes como para seguir en el poder o si los conservadores, posiblemente pactando con la extrema derecha, pueden ser la alternativa.