El papa Francisco visitó la Casa del Marmo en Roma, una cárcel de menores, para celebrar la misa “In coena domini” en la que lava los pies de doce presos en recuerdo del gesto de Jesús con sus doce apóstoles.
El sumo pontífice lavó y besó los pies de diez hombres y dos mujeres mientras animaba a los fieles a ayudarse mutuamente.
“Llama la atención que Jesús, justo el día antes de ser crucificado, tuviera este gesto lavar los pies. Entonces era una costumbre hacerlo antes de entrar en casa, pero era un trabajo de esclavos”, les contó Francisco a todos ellos.
Aunque fue dado de alta recientemente después de ser hospitalizado por bronquitis, Francisco realizó el gesto de pie y sin ayuda.
Los doce jóvenes reclusos, entre los que se encontraban dos chicas y jóvenes de origen gitano, croata, rumano, ruso y senegalés musulmán, esperaron la llegada del papa sentados en un altillo.
Francisco ya había celebrado el rito en la misma cárcel hace una década y ha visitado varias prisiones en todas las celebraciones de Semana Santa excepto en 2020 y 2021 debido a la pandemia de coronavirus.
Tras la misa, Francisco compartió unos minutos con los reclusos, quienes le regalaron una cruz y algunos alimentos elaborados en la prisión.